Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), casi uno de cada cinco solicitantes de asilo que llegan a Serbia y a Macedonia son mujeres.
Según un examen de género reciente efectuado por ONU Mujeres sobre la crisis migratoria y de personas refugiadas en ambos países, sus necesidades y vulnerabilidades específicas muy pocas veces ocupan un lugar preponderante en la planificación e implementación de la respuesta humanitaria. ONU Mujeres realizó un examen en octubre y noviembre de 2015 para tener una mejor comprensión de las necesidades, prioridades y factores de riesgo específicos que enfrentan las mujeres y las niñas, y el alcance en esos países de las respuestas actuales a dichas necesidades.
Durante tres semanas, informantes clave de 48 organizaciones y entidades fueron entrevistados en profundidad, entre ellos, funcionarias y funcionarios de gobierno, personal y dirigentes de organismos de las Naciones Unidas, ONG y organizaciones voluntarias internacionales y locales, así como mujeres y hombres migrantes y refugiados.
Los problemas específicos en el desplazamiento incluyen la separación de la familia, estrés y traumas psicosociales, complicaciones de salud, daños físicos y heridas, y riesgos de explotación y violencia de género. Las barreras de idioma y los factores culturales, sumados a la intención de las y los solicitantes de asilo de desplazarse a través de los países de tránsito con la mayor rapidez posible, dificulta aún más la tarea de los actores humanitarios para prestar servicios esenciales, así como para identificar y asistir a los grupos especialmente vulnerables.
Las mujeres viajan durante días, a veces por meses, y casi nunca cuentan con acceso a espacios limpios y seguros para higienizarse y descansar. También carecen de información sobre las rutas que toman y los servicios disponibles.
Según estadísticas de ACNUR, desde el 1º de enero de 2015, hasta un 42 por ciento de esas personas son mujeres (17 por ciento) y niñas y niños (25 por ciento).
Algunas de las buenas prácticas que han ayudado a numerosas mujeres y niñas de ambos países son las siguientes: la identificación rápida de grupos vulnerables, entre ellos las mujeres, en los centros de registro; la distribución de kits de higiene y ropa para las mujeres; la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva; la recopilación y elaboración de informes con datos desagregados por sexo y edad; y refugios para mujeres y bebés.
Pero se sigue contemplando la necesidad de ampliar o establecer servicios específicos para mujeres y niñas, incluyendo un mayor seguimiento de la protección; la prevención de la violencia de género y los servicios de respuesta; el apoyo psicosocial y asistencia psicológica para traumas; espacios exclusivos para mujeres; capacidad local de registro en los centros de tránsito y puntos de entrada para poder recolectar datos pormenorizados desagregados por sexo y edad; y servicios de salud sexual y reproductiva disponibles las 24 horas en los centros de tránsito y recepción.
Por Ti Mujer se suma a la Marcha Europea por los derechos de las personas refugiadas, “Pasaje Seguro YA!”, este sábado 27 de febrero, la cual tendrá su salida desde la Plaza de San Agustín, a las 12 h.
Los derechos son universales y defenderlos nos toca a todas y a todos.
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