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Historia de Rosa [vídeo]

Por Ti Mujer fue elegida por la plataforma PICUM para realizar una entrevista de carácter testimonial de mujeres migrantes que han vivido el duelo migratorio y que por su condición de no tener permiso de trabajo y residencia realizaron trabajos en el sector informal, que no corresponde a su formación y experiencia profesional, en este caso como trabajadoras del hogar y cuidados, así como la experiencia de ser indocumentadas y sin derechos.

La Plataforma para la Cooperación Internacional sobre Migrantes Indocumentados (PICUM por sus siglas en inglés), es una red de organizaciones que trabajan para asegurar la justicia social y los derechos humanos de los migrantes indocumentados.  Fundada en 2001 como una iniciativa de varias organizaciones de base, cuenta con más de 140 organizaciones, entre las que se encuentra Por Ti Mujer, y 100 defensores que trabajan con migrantes irregulares en 33 países, los cuales se encuentran principalmente en Europa, así como en otras regiones del mundo.

PICUM busca un mundo donde la movilidad humana sea reconocida como una realidad normal y donde todas las personas tengan garantizados sus derechos humanos independientemente de su estatus migratorio o de residencia. Con más de diez años de experiencia y conocimientos específicos sobre los migrantes irregulares, PICUM promueve el reconocimiento de sus derechos fundamentales proporcionando un vínculo esencial entre las realidades diarias de los migrantes y los debates a nivel político.

El testimonio presenta como la mayoría de las mujeres extranjeras realizan trabajos orientados al cuidado de personas y hogar, colocándose en una situación de vulnerabilidad respecto a otros sectores de la economía, puesto que no tienen prestaciones por desempleo y los empleadores no tienen incentivo fiscal para la baja por maternidad como el resto de otros trabajos. No se cuenta con una ley de prevención de riesgos laborales, no se cotiza por los salarios reales y, por supuesto, esto afecta el derecho a la jubilación.

Con respecto a las trabajadoras de hogar internas, existe mucha vulneración de derechos y aprovechamiento por parte de los empleadores. Se encuentran situaciones en las que se les contrata por presuntamente 40 horas a la semana pero, al dormir donde trabajan, estas mujeres están 16 a 24 horas a disponibilidad del empleador. Además, la ley permite horas de presencia: cuatro horas como máximo al día y 20 a la semana. Asimismo, estar encerrada entre cuatro paredes da lugar a una vulnerabilidad especial en el caso de acoso sexual y violaciones que han vivido algunas mujeres. Muchas no denuncian por miedo a ser deportadas y de vuelta a su país de origen.

Asociaciones de trabajadoras del hogar y cuidados de diferentes ciudades de España se han unido para exigir al gobierno español que emplee todos los medios para terminar con la discriminación y postergación histórica del  sector del trabajo de hogar y cuidados, realizado mayoritariamente por mujeres, de las que en su mayoría son extranjeras.

El reclamo de la Ratificación del Convenio 189 como instrumento de reconocimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar, que se informe a las personas empleadoras de sus obligaciones en materia de salario, jornada de trabajo, descansos y disfrute de festivos y que controle su cumplimiento.

Es urgente que el Gobierno central impulse una revisión y reforma de la Ley de Extranjería y reconozca la residencia por trabajo, para todas las trabajadoras extranjeras que, como bien se sabe, se encuentran trabajando y los empleadores sin posibilidad de legalizarlas, por imperio de la norma de extranjería que obliga a vivir en la economía sumergida a las trabajadoras del hogar y cuidados.

Para Por Ti Mujer ha sido de gran valor poder mostrar con este testimonio la situación de precariedad y de vulnerabilidad que viven las mujeres inmigrantes empleadas del hogar y de los cuidados. Poder ser voz de quienes no la tienen.

Historia de Rosa

"Estábamos buscando trabajos, pero sin documentación, sin permisos de trabajo, y sin residencia, era imposible".Rosa fue indocumentada en España y tuvo que trabajar en el sector informal durante casi un año. Ella sabe cómo el trabajo no declarado a menudo implica explotación.Hoy, con Por Ti Mujer ONGD quiere ayudar a las mujeres migrantes a acceder a la formación para el trabajo.Escucha su historia.

Publicada por Por Ti Mujer ONGD en Viernes, 28 de febrero de 2020

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Comentario (1)

  1. REPLY
    Ignacio Vargas says

    Todas las especies incluyendo la humana se la juega por el poder implícito en la propiedad privada. Cuando una país lñe cierra las puertas a los migrantes lo que hacen es defender una especie de propiedad privada de un territorio, de unas costumbres y del bienes de los nacidos allí. Por eso migrar es casi siempre una disminución de las potencialidades personales a ejercer en el nuevo territorio. Es algo así como si existiera un muro invisible que te dice: Tú no eres de acá, este es nuestro territorio, sobras acá o te sometes a ejercer oficios más humildes, porque los habitantes genuinos tienen prioridad sobre los “extranjeros”. Así como existe la inequidad genérica también existe la inequidad étnica, y eso es el resultado de haber renunciado a la solidaridad primigenia para darle paso al egocentrismo en todas sus facetas. Duro trabajo el que realizas, enmarcado en cierta forma en un generoso asistencialismo. Pero la tarea tiene que ir mucho más allá y consiste nada más ni menos que en derribar fronteras y barreras para sentirnos habitnates de un solo planeta en donde cada cual debe servir sin limitaciones y de acuerdo con su profesionalidad, cualquieraque sea.

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