Blog

Este 25 de noviembre, desde la Asociación Por Ti Mujer alzamos nuestras voces con fuerza, determinación y en unidad para condenar todas las formas de violencia que siguen oprimiendo a mujeres y niñas en nuestra sociedad. En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, reafirmamos nuestro compromiso de lucha, recordando y honrando a todas aquellas que han enfrentado, y siguen enfrentando, el dolor y la injusticia de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Nos solidarizamos con quienes luchan diariamente para salir adelante, con quienes desde la resistencia construyen un mundo libre de violencia, más justo e igualitario y tenemos presente, con tristeza y respeto, a todas aquellas a las que se les ha arrebatado la vida en esta cruel realidad.

La violencia contra mujeres y niñas actualmente constituye una de las violaciones de derechos humanos más persistentes y devastadoras. No distingue fronteras, clases sociales ni edades. Este año denunciamos con firmeza:

• 1.286 mujeres víctimas mortales por violencia de género en España desde 2003.
• 41 mujeres asesinadas en 2024, de las cuales 21 eran españolas y 20 mujeres inmigrantes.
• 8 menores víctimas mortales en lo que llevamos del año 2024.
• 96.435 denuncias por violencia de género en España en 2024, de las cuales 13.532 corresponden a la Comunitat Valenciana.

Estas cifras representan vidas, sueños y familias destrozadas. Nos preguntamos, ¿cuántas más deberán sumarse para que realmente se tomen medidas contundentes y efectivas?

Denunciamos con firmeza una realidad desgarradora: aunque las mujeres extranjeras representan tan solo el 12% de la población femenina en España en 2024, constituyen un alarmante 50% de las mujeres asesinadas este año. Este dato no sólo revela una violencia estructural y desproporcionada, sino que también pone de manifiesto el abandono sistemático que enfrentan las mujeres migrantes. La falta de redes de apoyo, recursos accesibles y protección adecuada las deja en una situación de extrema vulnerabilidad frente a la exclusión, la discriminación y la violencia de género. Ante esta alarmante desigualdad, desde la Asociación Por Ti Mujer exigimos respuestas inmediatas, políticas públicas inclusivas, recursos suficientes y un compromiso real de la sociedad para garantizar la vida y la dignidad de todas las mujeres, sin importar su origen. No podemos permitir que esta violencia siga invisibilizada ni tolerada.

Demandamos compromisos firmes, acciones concretas, recursos especializados y suficientes, que acojan todas las realidades, múltiples y diversas y que sean respetuosos con las mismas, sin caer en prejuicios y estereotipos que condenen a las mujeres. Para ello, reivindicamos 5 aspectos fundamentales, que promuevan una vida digna y segura para todas las mujeres y niñas

1. Exigimos una vida libre de violencia para todas las mujeres y niñas
En los hogares, en las escuelas, en las calles y en todos los espacios, las mujeres y niñas deben poder vivir sin temor. Es urgente que todos los sectores de la sociedad se comprometan en erradicar esta violencia en todas sus formas: física, psicológica, económica, sexual, institucional y simbólica.

2. Demandamos Justicia real para las víctimas y políticas efectivas y transformadoras.
Denunciamos la impunidad que perpetúa el sufrimiento de tantas mujeres, así como el desamparo al que son sometidas cuando buscan protección en instituciones que, en lugar de ampararlas, las revictimizan y las juzgan. Reclamamos un sistema judicial que actúe con perspectiva de género, garantizando procesos ágiles, seguros y respetuosos, donde las víctimas encuentren respaldo, no barreras. Exigimos que el sistema sanitario sea un aliado fundamental, proporcionando atención integral, especializada y empática para todas las mujeres. Que la presencia de los y las abogados y abogadas sea inmediata y esté presente durante todo el proceso. Que la figura de los y las intérpretes y mediadores culturales, que eliminen barreras lingüísticas y culturales para mujeres migrantes, sea prioritaria

3. Equidad económica y oportunidades de empleo sin violencia.
La dependencia económica sigue siendo un obstáculo para que muchas mujeres puedan salir de entornos violentos. Es una realidad que hay sectores laborales muy feminizados como el trabajo del hogar y los cuidados, especialmente relegados a las mujeres migrantes, posicionándolas en una situación de mayor riesgo para sufrir violencias sexuales, Un estudio de la entidad indica que más del 50% de las encuestadas afirma haber sufrido algún tipo de violencia de esta índole por parte de los empleadores. Menos del 10% interpusieron denuncias. Por ello, es fundamental asegurar su acceso al mercado laboral en condiciones de equidad y con salarios justos, que les permitan poder conciliar la vida laboral y la familiar. Sólo así podrán vivir con autonomía, libres de coerción y abuso.

4. Educación y cultura de respeto.
Para romper con los ciclos de violencia, es esencial educar en igualdad desde las primeras etapas de la vida. La violencia simbólica y mediática alimenta estereotipos y normaliza conductas machistas. Instamos a los medios de comunicación y a los sistemas educativos a promover mensajes que respeten la dignidad de las mujeres y a educar en una cultura de igualdad y respeto mutuo.

5. Redes de apoyo y solidaridad.
Las redes de apoyo y solidaridad entre mujeres son esenciales para romper el aislamiento que produce la violencia. Nos comprometemos a construir y fortalecer estas redes para que ninguna mujer se sienta sola en su lucha y para que cada una encuentre en su comunidad la fuerza y protección que necesita.

Finalmente, queremos hacer mención a los últimos eventos sucedidos en Valencia. La DANA ha tenido un impacto significativo en las mujeres, especialmente en aquellas migrantes, quienes a menudo enfrentan mayores barreras. Muchas de ellas desempeñan trabajos informales en economía sumergida y se han visto altamente afectadas por la riada, comprometiendo su estabilidad económica. Además de estar en situación irregular, la ausencia de redes de apoyo y el acceso limitado a recursos sociales agrava su capacidad para recuperarse de las pérdidas y desplazamientos causados por esta catástrofe.

La violencia contra las mujeres es un problema de toda la sociedad, y como tal, necesita de una respuesta colectiva. No aceptamos excusas ni demoras. Justicia y protección deben ser derechos garantizados, no privilegios inaccesibles. Es hora de construir un sistema que respalde a las víctimas, que las coloque al centro y que erradique de raíz la violencia estructural que las silencia y oprime.

Desde la Asociación Por Ti Mujer, reafirmamos nuestra lucha inquebrantable por los derechos de las mujeres y las niñas, con la esperanza y la determinación de que un futuro sin violencia es posible. Hoy, nuestras palabras son también nuestras armas para exigir justicia, dignidad y equidad. Alzamos nuestras manos contra las violencias machistas.